miércoles, 2 de marzo de 2011

Adelaide, la ciudad de las iglesias?¿?¿

La llegada después de 25 horas metido en el tren fue tremenda ya que solo salir del tren el golpe de calor y a la vez de humedad hizo que le diera un buen tiento a la cantimplora.
Recogí mi maleta, no sin esperar 15 minutos, del carro que traía como 10 maletas muy parecidas a la mía y me puse en marcha. Recordaba que el google maps indicaba que mi hostal para las 2 primeras noches estaba a unos 3km por lo que la odisea prometía ser muy dura, a la postre ese sería el día más caluroso de todos los que pasaría en Adelaide. Después de preguntar a un amable australiano, como suelen ser todos cuando les preguntas una dirección, me explica con detalle como llegar a la dichosa Hindley street. Me paro un par de veces por el camino al no aguantar el calor húmedo y pegajoso de la zona. Ya llegando a la calle paro en el Mcdonalds a intentar comerme el bocadillo(vegetal) que llevaba en la bolsa/nevera que me preparé el día antes en el hostal. Al probarlo ya me voy dando cuenta de que eso no es comestible pero me puede el hambre y le doy un par de tientos más. Me pido aparte una hamburguesa y la devoro en segundos(esto me acarrearía un par de días con el estómago algo xungo). Al llegar al hostal recuerdo que no habría la recepción hasta las14h y son menos 5, me tocará esperar algo de tiempo. Pues la dichosa recepcionista aparece unos 45 minutos después con una pachorra impresionante.


Tenía reserva en una habitación de 8 y me pasan a una de 4 con baño, cocina, tv....con un ventilador escacharrao pero está vacía! esa habitación no la iba a compartir con nadie más por el momento. Por fin un apartamento para mí solo después de estar acompañado durante más de una semana por más de 6 personas en cada uno de mis alojamientos, todo un lujo y sólo pagando 20 dólares al día y con un cartón de leche en la nevera, perfecto.


Me llaman al móvil y es el chico que me encontré en una web de viajes que me dice que lleva un par de días en Melbourne y que si eso podemos quedar y vernos en algún lugar de este gigante país.
Me decidí a hacerme una lista de los lugares a visitar en Adelaide y no necesitaba mucho más de 2 días, quizás 3 si también iba a la playa. Como ya había apalabrado con el chico de Logroño lo de visitar Tasmania pues me puse a buscar vuelos rápidamente. No eran demasiado económicos pero gracias a una página web que me enseñó encontré un par de ellos interesantes para el 8 de Febrero.
Antes de nada tenía que visitar el centro de Adelaide pero comencé por ir a la oficina de turismo y enseguida descarté la opción de ir hacia Kangaroo Island que es la principal atracción de Adelaide debido a su desorbitado precio. Al volver al hostal comencé a hacer una lista de lugares a visitar: South Australian Museum, Adelaide Botanic Garden con el National Wine Centre en su interior, Central Market, playa de Glenelg y seguramente “el Oval Stadium”(soy un friki del deporte). Cuando me voy a poner ya al lío, toc-toc, tocan a la puerta de mi habitación y sorpresa! Es Jordi, el catalán con el que coincidí un día en Alice Springs. Es de Caldes de Montbui pero reside en Sabadell y es muy majete, lleva un año y medio dando la vuelta al mundo. Me dice que ha bajado en bicicleta y que ha quedado con una amiga y no tardo en prepararme e irme con él hacia el Botanic Garden donde ha quedado. Me presenta a una amiga que conoció en Asia, una australiana muy simpática, y a sus amigos made in Taiwan. Estamos paseando por el jardín botánico y lo atravesamos hasta llegar al río Torrens donde hay un bonito paseo. Cuando comienzan a planear sobre ir a cenar a un Vietnamita yo me retiro y quedo con Jordi el día siguiente para dar una vuelta y quizás cortarme el pelo con su maquinilla eléctrica de afeitar, esto promete…
Al día siguiente me levanto algo tarde por lo que descarto el tema de playa y me pongo a hacer la ruta de la Loly Planet. No sin antes perderme un rato, comienzo por el final de la ruta y visito algunos de los edificios y lugares más famosos del centro de Adelaide: La estación de ferrocarril, el Adelaide Festival Centre, el Parlamento, la Universidad de Australia Meridional, el Ayer Historic House que es un edificio de 1845… Me detengo el museo de Australia del Sur, es domingo y está lleno de familias visitándolo y es gratis por lo que me meto sin pensármelo. La planta baja comienza con un esqueleto gigante de ballena y luego hay reproducciones a escala natural de los animales más famosos de cada continente, la 1ª planta es dedicada a los aborígenes por completo, la 2ª a meteoritos recogidos en Australia, minerales y piedras preciosas y reproducciones a escala de dinosaurios que habitaron Australia en aquel tiempo. La 3ª planta, la que más me gustó, reproduce todo tipo de fauna Australiana disecada acompañada de pantallas donde de forma táctil puedes ver las características de cada animal o insecto, muy curioso. Creo que en España este tipo de museos podrían despertar en los niños la curiosidad y el respeto por la biodiversidad autóctona como ya pasa aquí en Australia.

Me voy al borde del río Torrens a hacer la siesta aunque no lo consigo del todo y me decido a tirar hacia el Oval Stadium. He escuchado que se suelen disputar partidos internacionales de cricket de gran importancia. Una vez allí, me meto dentro sin preguntar al guardia de seguridad y me siento a ver el cricket tan tranquilamente. Muy aburrido pero el estadio es bonito y ya aparece Jordi con su bicicleta y vamos a tomar algo por ahí no sin antes tirarme unas fotos.
Nos damos un homenaje y pedimos una jarra de 12 dólares de cerveza y nos ponen un poquito más de un litro, suficiente. Quedamos en que el día siguiente yo me voy a la playa y él después viene hacia mi hostal y me cortará el pelo, miedo me da.
Cojo el tranvía hacia Gleneg Beach y a medio trayecto el revisor pasa 1x1 a cobrarnos unos 2,6 dólares, que barato!! La playa es muy bonita y me tiro a leer en la arena y me meto 3o4 chapuzones. El agua transparente, no dan ganas de marcharse nunca pero ya van siendo más de las 16h y quedé en estar antes de las 17h en el hostal. Cojo el tram y tiro hacia Adelaide centro cuando a medio trayecto el revisor viene y le doy justo los 2,6 dólares. El hombre se me queda mirando como esperando a ver que pasa y al ver que no reacciono me dice que son 4,8 dólares. ¿Estará de broma el abuelo? Me comenta que a partir de las 16h la tarifa es esa, que engaño…enfín que le pago y me quedo con 5 céntimos en el bolsillo. Ya estaba mirando a la señora de al lado por si no me llegaba pero me llega justito.
Ya en el hostal aparece Jordi con la maquina y sólo encenderla la pila comienza a flojear. Total que piyamos la del mando de la tv y se pone al lío. Parece que tiene mucha maña y se maneja bien. Me deja medio decente ya que no había por donde coger la cabellera que tenía y me deja varias zonas como por debajo de la oreja con algunos pelacos, que más da, soy un nómada y a estas alturas me da todo igual. Charlamos un rato y vamos a dar un voltio por el centro, el llamado Mall cerca de Williams Street tocando con Hindley street. El Mall en todas las ciudades australianas existe, viene a ser como una calle solo peatonal donde está concentrado todo el comercio, los músicos se ponen a tocar en la calle, los aborígenes se ponen a beber en las esquinas, los mendigos y alcohólicos te piden dinero no sin antes presentarse y preguntarte que qué tal estas, que que haces en Adelaide….lo típico antes de pedirte unos dólares pero yo con todo lo catalán que soy me voy a ir de Australia sin soltar 5 céntimos a nadie de regalo, que lo he sudado yo con mi trabajo este dinero y encima no puedo currar en Australia.
Me despido de Jordi, no sin alguna pena, y quedamos en vernos en Barna o quizás en Tasmania si se decide a ir pronto aunque difícil porque tiene que estar aún más tiempo en Adelaide, luego Melbourne, imposible.
Me preparo el mochilón y tiro hacia la parada de bus para ir al aeropuerto, solo 2 dólares, lo más barato que he visto en Australia.
Mi vuelo: Adelaida-Melbourne(recojo al colega de Logroño, David)-Hobart(Tasmania). Creo que paso los 2 vuelos durmiendo y leyendo algo aunque no demasiado. Nuevo destino, nuevas historias, nuevos amigos.
Buen recuerdo aunque breve me llevo de los 4 días en Adelaide. Muchas iglesias y a la vez numerosos club de striptease por todas partes, buena combinación.

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