lunes, 10 de enero de 2011

Caminito de Sydney.... unos maravillosos, en principio estresantes, 7dias.(24al 30 Diciembre)

El tren de salida desde Melbourne Southern Cross Station salía sobre las 9 de la mañana y para ir bien de tiempo me preparé la maleta la noche anterior y me desperté con los nervios de comenzar un nuevo viaje a un sitio distinto (aunque no esperaba que lo fuera tanto) y conocer nuevos lugares.
El tren era de la compañía Countrylink y supuestamente tardaba en llegar unas diez horas y media aproximadamente a Central Station en Sydney. A la postre, debido al tráfico ferroviario, el viajito se alargó y llegamos como una hora y algo más tarde. Llegaba a la ciudad sin saber exactamente donde estaba mi hostal e iba un poco a ciegas. Rápidamente dí con la calle central y cuando llevaba 15 minutos caminando y veía que nunca se acababa decidí abrir el mapa que me habían dado en la estación. Milagrosamente iba en la buena dirección lo que ni siquiera estaba cerca del hostal por entonces. Finalmente conseguí dar con el hostal y cuando subí a la 1a planta ví que era un pub que ni pertenecía al hostal, en la 2a planta se encontraba la supuesta recepción que en ese momento era una discoteca donde todo el mundo iba un poco pasado de vueltas. Me indicaron que mi habitación estaba en la 4a planta y al entrar confirmé mis sospechas, era una habitación mixta de 8 personas.... Una amable inquilina me preguntó sobre mi nacionalidad y otras formalidades que se suelen hacer cuando cohabitas con más gente. Enseguida monté mi cama y me conecté para decir en mi facebook que ya estaba en Sydney y entero.

La reserva solo era para 2 noches lo que me hizo enseguida comentar en el hostal para quedarme un par de dias más y la gracia me costó 40 dolares la noche de más ya que era temporada alta y por lo visto medio mundo se dirige hacia Sydney en esas fechas y los hosteleros aprovechan.
El hostal disponía de internet gratuito pero conectarse llegó a ser toda una odisea ya que era una conexión de pena, no había lugar donde conectarse más de 5 minutos seguidos sin tener error en página. Descubrí que la cocina estaba en la 3a planta gracias a una simpática alemana que me lo indicó. Fatal descubrimiento, una cocina invadida por ingleses borrachos, 10metros cuadraos, una nevera saturada de bolsas de comida de la gente del hostal y lo mejor, unas cucarachas tan grandes como ratas las cuales campaban a sus anchas.
La simpática chica de mi habitación acabó siendo un simple espejismo ya que el 2o dia todas las guapas chicas de la 1a noche marcharon y me quedé con 5 estúpidos jovenzuelos que no contestaban ni a los buenos días, exceptuando un argelino que llegó la penúltima noche que me pareció simpático.
La nochebuena fue una de las más raras de mi vida, apenas comí algo de shushi en un japones y despues estuve en la calle viendo una especie de comparsa que cantaban villancicos en Martin Pl vestidos como de marineros. Luego fuí al hostel donde me bebí una cerveza en la discoteca (solo por 3dólares!!!!, milagro) y pude entender que la gente fuera tan taja la noche que llegué a ese hostal.
Entre tanto estrés debido a las condiciones del hostal, la soledad del primer día y la incertidumbre de no saber donde dormir desde el 27 al 31 de Diciembre ya que todo estaba saturado y los precios ya rondaban los 50 euros la noche, de repente una simpática alemana en la sala de estar me dijo de hacer juntos turismo durante unos días y comencé a disfrutar Sydney. Del 27 al 29 conseguí alojamiento en un hostal un poco caro pero que disponía de muchos lujos(para mí) que no observé en los anteriores, desde tv en la habitación pasando por una higiénica cocina con desayuno gratis y una clientela respetuosa. Luego entendí el porqué, casi el 70% de los huéspedes eran orientales.
Durante esos días visité el Museo Marítimo, donde se exponía una especial muestra sobre tiburones titulada "cazadores o cazados", también pasee por Chinatown, Darling Harbour que era una preciosa bahía y Circular Quay donde ví la Ópera de Sydney y el Harbour Bridge.
Cuando mi desesperación ya comenzaba a hacerse notar por no encontrar nada para los días 30 y 31 de Diciembre entonces mi tío(mediante mi tía) me recordó que tenía una prima viviendo en Sydney y que podía llamarla. A partir de ahí las cosas comenzaron a ir mejor y a parte de conocer buena gente también pude disfrutar de la tranquilidad e intimidad que te da una habitación propia y un piso situado a tan solo 10 minutos del centro de la ciudad.

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